
Tras la casi total eliminación de los cátaros , estos emprendieron el camino del destierro, hacia varios países europeos, principalmente a Italia y España.
Creándose la figura de los “ductores heritocorum” o sea los “pasadores” estos personajes se especializaron, en ayudar a huir a los cátaros , en principio por dinero, y posteriormente ya de una manera mas voluntaria, movidos por la compasión suscitada, en base de la precariedad a la conservación de la vida de los cátaros
Estos pasadores, ( de nacionalidad francesa e italiana) iban dirigiendo a los cátaros por los túneles y conductos secretos que muchos castillos cátaro poseían, al mismo tiempo los huidos cátaros eran proveídos, con ropajes diferentes a los suyos, cambios de nombres, y sin ningún signo o costumbre que los pudieran delatar como cátaros , los cuales se adaptaban pronto a los lugares de sus nuevas residencias, siguiendo ejerciendo los diferentes oficios que aprendieran en el adoctrinamiento de los perfectos cátaros , por lo que las gentes los acogían de buen grado, dada la falta que existía, de buenos artesanos en muchos lugares.
Los huidos cátaros también pudieron contar a parte de los pasadores, conocedores de los más recónditos caminos, con la complicidad de muchas otras gentes, de los lugares por donde atravesaban los fugitivos, en forma de dinero, ropas o alojamientos.
Los pasadores, habían de conocer bien el terreno que pisaban, ya que la Inquisición sabedora de los movimientos cátaros en zafarse de su justicia, estaba aun muy presentes, en las encrucijadas y todos aquellos lugares donde los cátaros pudieran asentarse, como cualquier otro vecino de villas y aldeas, haciéndose avisar los pasadores por emisarios, de los posibles peligros que pudieran acechas a los cátaros .
A la huida de los cátaro se añadía los peligros que representaban los salteadores de caminos, por cuanto la odisea de los cátaros se fue prolongando durante unos años más, tras la aniquilación sufrida, causada por la persecución de los cruzados y la Inquisición.
Buen número de cátaros , ya sea por sus raíces, o por añoranza de su procedencia, volvieron al Languedoc, a pesar del peligro que conllevaba su presencia en Occitania, logrando ejercer su ministerio clandestinamente; No obstante, años posteriores en que la presencia de los cátaros dejó de suscitar persecuciones o recelos por parte de la iglesia católica, no supieron aprovechar la coyuntura favorable a los cátaros , al no transmitir su cultura a las nuevas generaciones, quedando así olvidados para siempre.
Aun a pesar de los peligros existentes, algunos de los huidos cátaros pudieron atravesar los Pirineos, adentrándose en España, principalmente en Cataluña, pero esa es otra historia de los cátaros , no exenta de peligros, pero ya sin la fuerza que suscitaron en la tierra de donde provenían y desarrollaron su religión.
Artículos relacionados
Creación de la Inquisición contra la herejía de los cátaros.