
El castillo cátaro de Usson , está situado entre los ríos Aude y Bruyante, en la región de Ariege, en un promontorio rocoso de la zona pirenaica a 920 metros de altitud, es un típico castillo cátaro, situado en un lugar casi imposible, donde Usson resultaba ser inexpugnable, rodeado de riscos y precipicios.
Observación importante, y típico de la mayoría de los castillos cátaros, a parte de su difícil posición, ya con el propósito de una buena defensa, cuando es atacado. Es sin duda para el visitante de ahora, un gran efecto plástico en el conjunto paisajístico, al contemplarse desde cierta distancia, pudiéndose comparar a la contemplación de una maqueta, donde el entorno de una construcción determinada, forma un conjunto bello como estético, que una vez dentro del edificio no es apreciable, con los castillos cátaros, ocurre lo mismo, primero los contemplamos en la lejanía, valorando su entorno natural, para después adentrarnos en la propia construcción del mismo.
El castillo de Usson , en tiempos modernos se procedió a consolidarlo, ya que su reconstrucción no era posible a causa del expolio a que fue sometido, hasta finales del siglo XIX, utilizándolo como cantera en la edificación de casas y pueblos cercanos al castillo.
El castillo de Usson , perteneció al señor cátaro Bernard de Alión, que por ser hereje, fue librado a la hoguera en el año1258, como tantos otros cátaros de su época.
El castillo de Usson , está cerca de la gruta de Sabartés, mereciendo la pena visitarla, por el viajero curioso de estas construcciones naturales.
Se dice que en el último día de tregua en el sitio del castillo cátaro de Montségur, rescataron el tesoro allí escondido cuatro perfectos cátaros, entre los cuales se encontraba, el Perfecto Pedro Bonnet, y el creyente llamado Mateo, escondiéndolo en el castillo de Usson , cerca del día de Navidad del año 1243, arriesgándose por los difíciles caminos y cortaduras del castillo de Montségur.
Una visita destacable que se recomienda por su espectacular belleza, es la garganta del Aude, y de San Jorge, donde tras millones de años el río ha ido labrando las rocas hasta situarse a unos 350 metros de profundidad, y poco mas o menos de 20 metros de anchura, pudiendo contemplarse el magnífico desfiladero de Pierre-Lys.
Se puede transitar por esta parte del país cátaro, sobre una carretera que se empezó a construir en el siglo XVIII, serpenteando por todas las gargantas del Aude, donde admiramos un pequeño túnel excavado en la roca, a mano, en las postrimerías del siglo XIX, llamado el ” Hueco del Cura”.
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