
En la ciudad de Albí y su castillo cátaro, se inició la expansión de la herejía llamada albigense, en un principio, aunque posteriormente eran conocidos como cátaros, extendiéndose esta religión por toda Occitania.
Albí , también es conocida por haber nacido en su castillo, el conocidísimo pintor y cartelista del llamado estilo postimpresionismo, Henri Toulouse-Lautrec, Conde Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec en 1864, siendo muy popular entre sus contemporáneos, y escandalizando a otros, por sus atrevidas pinturas. En el mismo castillo de Albí tiene dedicado un museo a su obra.
Albí , está situada a los pies del importante río Tarn, que también da nombre a esta región concreta, sobre el que se contempla en sus aguas el “Pont Vieux” Puente Viejo, con sus armoniosas formas.
En el castillo de Albí se instaló el obispado cátaro dominando todo su contorno como, Lautrec, Gallac, Brens, Rabastens y otras de parecida importancia.
Es especialmente notable la catedral de Albí “Santa Cecilia” , al estar construida como una fortaleza, particularidad que no se encuentra en ninguna otra catedral, dándole un aspecto monumental impresionante. La catedral cátara de Albí construida con ladrillos rojos, siguiendo la costumbre tolosana, incluso con su camino de ronda, propio de los castillos cátaros. El bellísimo porche gótico de Santa Cecilia de Albí , en muy buen estado de conservación, es igualmente admirable el fresco dedicado al juicio final, a la entrada del baldaquín, con el característico tremendismo, propio de las representaciones religiosas en la época cátara.
En el interior de Albí se encuentra el “Palau de la Berbie” en donde se instaló un inquisidor venido de Carcasona llamado Juan Galand.
Pintoresco y digno de visitar es el barrio antiguo de Albí , donde se entremezclan las construcciones medievales, con los modernos comercios y restaurantes de la ciudad.
A 3 kilómetros de Albí podemos contemplar la bonita iglesia de San Salvi de estilo gótico siglos XII al XIII.
Igualmente a tan solo 5 kilómetros de Albí contemplamos la artística iglesia románica de Lescure.
Para el descanso y la degustación de los afamados vinos de la región, como sus muy agradables restaurantes, los podemos encontrar en la misma ciudad de Albí , como en sus alrededores, con la amabilidad propia de las gentes del Languedoc, en especial de la ciudad de Albí .