
Otra de las glorias de los cátaros , fue el castillo de Aguilar , formando parte de los conocidos cinco hijos de Carcasona, junto con el castillo de Quéribus, castillo de Peypertuse, castillo de Puilaurens y el castillo de Termes, formando la frontera meridional con el Condado de Barcelona, donde el Castillo de Aguilar , a parte de la cruzada contra los cátaros, fue pasando alternativamente de la corona catalano-aragonesa al rey de Francia, en sus muchas luchas por conseguir el dominio de unos y otros.
El castillo cátaro de Aguilar , está enclavado en el departamento del Auden, con una gran influencia de los cátaros, dominando la llanura de Tuchan, vigilando las acometidas de los cruzados que organizaban contra los cátaros, está situado en un promontorio sobre unos 400 metros sobre el nivel de mar, pero de unas suaves laderas, que no favorecían nada a los cátaros, al no ser un castillo inexpugnable.
El castillo de Aguilar , es de los pocos castillos cátaros, por su forma, al ser de planta geométrica poligonal del siglo XII en su muralla interior, con un recinto exterior hexagonal, encerrando la torre del homenaje, teniendo estas murallas seis torres semicirculares en cada ángulo, que datan de principios del siglo XIII, una cisterna, así como una pequeña iglesia dedicada a Santa Ana de porte románico, muy sencilla, y bóveda de medio punto, el castillo de Aguilar , quedó declarado monumento nacional de Francia en el año 1953.
El castillo de Aguilar , cuenta con dos barrancos al oeste y al sur, dificultando en algo las acometidas de los cruzados en las persecuciones contra los cátaros, situado el castillo de Aguila en bonitas zonas de garrigas y viñedos, dándole incluso un toque romántico a estos parajes.
No obstante los cátaros perdieron el castillo de Aguila , por la violenta acometida de su máximo enemigo cruzado, Simón de Montfort, que terminó asaltándolo, por lo que una vez mas los cátaros hubieron de rendirse a tan encarnizado enemigo.
La cercanía que tiene el castillo de Aguilar con Perpinyà, favorece al viajero, que tras su paso por las tierras que fueran en otro tiempo dominio de los cátaros, puede este alojarse en tal bonita ciudad con un amplio abanico de hoteles, fondas, habitaciones, y como no, la degustación de los platos típicos cátaros y sus exquisitos vinos de la comarca, al mismo tiempo que se puede deleitar en la visita por el barrio antiguo de Perpinyà.
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